YO

A los 23 me di cuenta que aún no estoy lista para abandonar mis vicios, que son parte de mi, de lo que soy y, me gusta lo que soy. Cada día me descubro un lunar nuevo y me sorprendo pesando diferente o aprendiendo algo que ignoraba, a veces solo me voy re-descubriendo, desempolvando las hojas de este libro que soy, y me veo tan tibia y clara, tan oscura y absurda, todo al mismo tiempo. 
Y aquí estoy, amando mis errores, disfrutando mis aciertos. Recordándome como recuperar el equilibrio.
El último año me sentí extraviada, inútil, incluso muchas veces tonta. Ansiosa por no saber que hacer, por intentar descubrir que quería me asusté y me perdí. Pero en el camino aprendí un par de cosas, primero a tenerme paciencia, esa que me sobra con otros y que me cuesta tanto conmigo, después, a soltar y a superar más rápido, entendiendo que hay decisiones que yo no puedo tomar, que no dependen de mi ni de mis expectativas, que el otro tiene derecho de hacer lo que le viene en gana y que yo no puedo hacer nada, nada, más que respetar que la decisión es suya y dejarlo ser y, dejarlo ir.
A veces todavía me encuentro enojandome y renegando porque las cosas no salen como quiero, pero después de sentir ira por un poco rato respiro y vuelvo, y me recuerdo que no puedo controlarlo todo y suelto ese fantasma de mi ego -el control-. 
Y así ya no hay más miedo y las emociones negativas duran mucho menos.
Él dice que muestro pasividad y yo creo que le puedo parecer indiferente, pero a mi me ayuda a mantener mi equilibrio sin dejar que el deseo se convierta en ansiedad, y es que no es que no hayan ganas es solo que soy paciente conmigo y educo a mi ego para que no se aferre a su fantasma favorito, porque hay cosas sobre las que NO tenemos el control.

Comentarios

Entradas populares